¡Cómo hemos cambiado!
Enviado por Javier F. Chento on Lunes, 20 Octubre 2008
El sábado me acerqué a el Colegio San Vicente de Paúl de Barakaldo, donde estudié toda mi infancia y adolescencia (desde los 4 a los 17 años); desde que comencé, pues, mis primeros pasos con el abecedario hasta terminar el COU de entonces, equivalente al 2º de Bachiller de ahora.
Realizando algunas tareas que me habían pedido, aparecieron en el ordenador de dirección las fotos de varios cursos que fuerons escaneadas de los archivos del Colegio. Algunos archivos se remontaban hasta finales de los años 60. «Tú tienes que estar por aquí«, me dice el actual director, P. Mitxel Olabuénaga. Y efectivamente, como no podía ser de otra manera, por ahí andaba. Un rápido cálculo mental para recordar que mi primer año en el Colegio fue el curso escolar 1969/1970, foto del primer curso… y ahí están, los treintaitantos alumnos con la «señorita Juani» en las escaleras de entrada al teatro del colegio, posando para la posteridad.
¿Dónde estoy? No fue difícil reconocerme con mis 4 ó 5 años, haciendo un poco el «gamba»â€¦
Por más que miro la foto apenas reconozco a algunos de mis ex-compañeros… Lógico, después de tantísimos años y dada la juventud del grupo. Pero sí intuyo a algunos que crecieron conmigo en el colegio y de los que desgraciadamente no recuerdo el nombre.
Avanzo dos cursos en el archivo de fotos, hasta el 72/73… y ahí está también el curso de 2º o 3º de Educación General Básica… habría que hacer el cálculo para saber exactamente qué curso fue, también con la señorita Juani, 45 alumnos en esta ocasión y en el patio del colegio, donde ahora se erige el Polideportivo escolar «Cecilio Zazpe»:
Y ahí estoy también, en la esquina superior derecha:
Sigo reconociendo a a algunos de mis compañeros, pocos, la verdad. De hecho, a quien está a mi lado le vi hace apenas unos días por las calles de mi ciudad.
Mucha sería la casualidad de que tú, amigo lector, te reconozcas en alguna de estas fotos. No me cabe duda de que, si se colgase el archivo de fotos en la Web del Colegio, serían bastantes los que podrían verse y reconocerse. Algunos de ellos tienen a sus hijos ahora en el Colegio, de hecho.
Mirar estas fotos me trae alegría y un cierto sentimiento de nostalgia por aquellos tiempos. Fueron muchos años los que pasé en el colegio, y llevo con honor y mucho orgullo el haber estudiado en el mismo. Recuerdo con inmenso cariño a los profesores que me enseñaron, a los Padres Paúles que tuve el honor de conocer y tratar, entonces como niño, y más adelante con un trato más personal. Muchos sacerdotes paúles dejaron su vida en la hermosa tarea de la educación de los infantes y jóvenes: Paulino, Zazpe, Aizpuru, Pascual, Hervás, Agustín… tantos que sería difícil hacer un elenco sin olvidarse de alguno. Algunos ya partieron a la casa del Padre, otros siguen gozosamente entre nosotros, como Agustín y Hervás, aún en la comunidad vicenciana del Colegio, o Paulino en Cartagena (Murcia). Pero si hay un profesor a quien recuerdo con especial cariño y profunda gratitud es al Padre Aguirre, profesor de matemáticas durante todo BUP y COU, quien no sólo fue un excelente educador, sino que alentó en mí el gusto por las matemáticas (carrera que luego elegiría para la universidad) e incluso se preocupó por mi educación fuera del horario escolar, animándome a estudiarlas más allá de lo que el programa educativo exigía cada año.
De todos tengo un recuerdo grato y algunas anécdotas en el bolsillo. En el colegio también hice mi primera comunión… eran otros tiempos.
Cuando algunos reniegan de su educación religiosa «en un colegio de curas», incluso dicho despectivamente, yo digo que una gran parte de mi personalidad. mi fe y forma de ver el mundo se lo debo a este colegio y a los educadores que se desvivieron por hacernos crecer como personas. Todos los profesores, sacerdotes y laicos, pusieron su grano de arena para educar a muchos barakaldeses y paisanos de zonas limítrofes, con una educación de calidad tanto en el ámbito escolar como en la formación humana.
Gracias a todos… que Dios os pague vuestra vocación y servicio educativo y pastoral.