Ene 212009
 

SAN VICENTE, DIÁCONO Y MARTIR

La Iglesia de San Vicente es la primera que existió en Barakaldo y, por ello, se llama «iglesia matriz». Su existencia ya se cita en 1322 en la escritura fundacional de Portugalete y, seguramente, fue levantada por los labradores del entorno a finales del siglo XIII. La razón que se indica en algún documento es porque hasta el momento debían atravesar la Ría hasta Erandio y, en algunas épocas, eso era imposible.

Poco después, a la muerte de doña María, señora de Bizkaia, se adueñaron de ella los principales linajes de Barakaldo con el falso pretexto de que habían sido sus antepasados los fundadores. Lo cierto es que en 1487 esta Iglesia no estaba bajo la autoridad del Rey ni del Obispo de Calahorra sino de los sucesores de esos linajes, en concreto de Lope de Salazar y Gómez de Butrón. Estos eran los responsables de la conservación del edificio y del mantenimiento de los sacerdotes. Por ello, además de la ganancia, ellos eran quienes cobraban los diezmos correspondientes. A estas iglesias se llaman «diviseras».

Digamos algunas cosas de la Biografía de este Mártir

Huesca, con una iglesia construida en el sitio de su casa natal, Zaragoza, donde estudió y desarrolló su actividad apostólica y Valencia, teatro de sus atroces tormentos y testigo de su glorioso triunfo, son las tres ciudades españolas que se disputan el honor de ser la cuna de San Vicente. El relato de su «pasión» leído en las iglesias, excitó la admiración universal.

SUS PADRES

Vicente era bello y aristócrata. Oriundo de una familia consular de Huesca, es el prototipo del ciudadano aragonés. Su padre, cónsul y su madre Enola, natural de Huesca, lo confiaron a San Valero, obispo de Zaragoza, bajo cuya dirección hizo rápidos progresos en la virtud. A los veintidós años, el obispo, que era tartamudo, le eligió diácono y le confió el cuidado de la predicación con lo que Valero, quedó en la penumbra. La actividad diaconal de Vicente se desarrolló durante una época relativamente serena y pacífica. Después se originó una nueva y sangrienta persecución, decretada por los emperadores romanos reinantes, Diocleciano y Maximiano. Para llevar a cabo los edictos persecutorios, llega a España el prefecto Daciano, que permanece en la Península dos años, ensañándose cruelmente en la población cristiana. Entra en España por Gerona, y encargó el cumplimiento de los decretos imperiales al juez Rufino, pasando él a Barcelona donde sacrificó a San Cucufate y a la niña Santa Eulalia. De Barcelona pasó a Zaragoza. En Zaragoza mandó prender al obispo y al diácono Vicente, pero no quiso entregarlos al suplicio. Les cargó pesadas cadenas, y ordenó conducirlos a pie hasta Valencia, haciéndoles padecer hambre y sed. En el largo viaje, los soldados les afligieron con toda clase de malos tratos.

CAMINO DE VALENCIA

Vienen a Valencia, colonia romana, por la Vía Augusta, extendida junto al Mediterráneo, para ser juzgados por Daciano. Antes de entrar en la ciudad, los esbirros pasaron la noche en una posada, dejando a Vicente atado a una columna en el patio. Ya en Valencia se les encerró en prisión oscura y se les dejó sin comer durante varios días. Cuando juzgó Daciano que estaban quebrantados, los mandó llamar, y se extrañó de que estuvieran alegres, sanos y robustos. Desterró al obispo y al rebelde, que le ultrajaba en público, lo sometió al potro, para que aprendiera a obedecer a los emperadores. Le desnudaron, y le azotaron con tal saña, que las cuerdas y ruedas, rompieron los nervios del mártir; le descoyuntaron sus miembros, y desgarraron sus carnes con uñas y garfios de hierro. El mismo Daciano se arrojó sobre la víctima, y le azotó cruelmente. El cuerpo de Vicente es desgarrado con uñas metálicas. Mientras lo torturaban, el juez intimaba al mártir a abjurar. Vicente rechazaba sus propuestas.

LA PERSECUCIÓN DE DIOCLECIANO

Tú intentas destruir un vaso de arcilla, destinado a romperse, pero en vano te esforzarás por tocar lo que está dentro, que sólo está sujeto a Dios». Daciano, desconcertado y humillado ante aquella actitud, le ofrece el perdón si le entrega los libros sagrados. Pero la valentía del mártir es inexpugnable. Exasperado de nuevo el Prefecto, mandó aplicarle el supremo tormento, colocarlo sobre un lecho de hierro incandescente. El grado supremo de la tortura era el lecho candente. A Daciano le enfurecía la serenidad de Vicente y le asombraba y, hastiado de tanta sangre, mandó devolverlo a la cárcel. Prudencio en su Peristephanon, describe el calabozo oscuro donde, sobre cascos de cerámica y piedras puntiagudas, yace Vicente con los pies hundidos en los cepos. Pero, de pronto, la cárcel se ilumina, el suelo se cubre de flores y el ambiente de perfumes extraños. Se rompen los cepos y las cadenas. Todo es como un retazo de gloria. El prodigio conmueve la ciudad. El cruel torturador, ordena que curen las heridas del mártir valeroso. Y mientras le curan, muere Vicente. Nada puede quebrantar la fortaleza del mártir que, recordando a su paisano San Lorenzo, sufre el tormento sin quejarse y bromeando entre las llamas. Lo arrojan entonces a un calabozo siniestro, oscuro y fétido «un lugar más negro que las mismas tinieblas», dice Prudencio. Luego presenta el poeta un coro de ángeles que vienen a consolar al mártir. Iluminan el antro horrible, cubren el suelo de flores, y alegran las tinieblas con sus armonías. Hasta el carcelero, conmovido, se convierte a Cristo.

CURARLO PARA ATORMENTARLO

Daciano manda curar al mártir para someterlo otra vez a los tormentos. Los cristianos le curan. Pero apenas colocado en un mullido lecho, cubierto de flores, el espíritu vencedor de Vicente vuela al cielo. Dios le llamó a su testigo, teñido aún con la sangre martirial. Era el mes de enero del 304. El tirano, despechado, mandó arrojar a un muladar el cadáver de Vicente para ser devorado por las alimañas. Un cuervo lo defendió de los buitres y de las fieras. En el lugar donde fue tirado, se alza hoy la parroquia de San Vicente Mártir de Valencia. En la cripta del templo existe un mosaico impresionante, que representa al santo diácono muerto, calzado con cáligas romanas. Ordena Daciano mutilar el cuerpo y arrojarlo al mar.

TIRADO AL MAR

Metido, pues, en un odre fue arrojado al mar, atado con una rueda de molino, de donde le viene el sobrenombre de «la Roda». Las olas, más piadosas, lo devolvieron a la playa de Cullera donde lo recogió la cristiana Ionicia, lo enterró y los fieles cristianos comenzaron a venerarlo. Y el Ecl 51,1 pone en sus labios: «Me has salvado de la muerte, detuviste mi cuerpo ante la fosa. Me salvaste de múltiples peligros». El Señor le ha salvado, pero de otra manera… El es «el grano de trigo, que si cae en tierra y muere, da mucho fruto» (Jn 12,24). Su imagen es representada revestido de dalmática sagrada, con la palma del triunfo en la mano y junto al potro y la rueda de su tortura, o con una cruz, un cuervo y una parrilla. Es uno de los tres diáconos primeros que confesaron con su sangre la fe: Esteban en Jerusalén, Lorenzo en Roma, Vicente en Valencia. Su culto se extendió por toda la cristiandad. Cuentan los relatos que preservado en el muladar y salvado de las aguas, fue enterrado en un modesto sepulcro junto a la vía Augusta, desde donde, como dice la Pasión litúrgica, fue llevado a la Iglesia Madre y puesto bajo el altar, en el «digno sepulcro» a que alude la misa mozárabe del santo. San Vicente llegó a ser el gran mártir de la Iglesia de Occidente, como san Lorenzo lo fue de Roma y de Oriente san Esteban, los tres diáconos. El martirio de san Vicente fue la semilla de la Iglesia en Valencia; en lugar de temor suscitó admiración, de modo que su sepulcro fue el centro de la primera comunidad y, cuando esta se institucionalizó y creció, el mártir se convirtió en el patrono de la misma y su valedor durante los años oscuros de la dominación musulmana.

  One Response to “¡SAN VICENTE!”

  1. Como conocedor de nuestra común pasión por San Vicente Mártir , su historia y su cultura quisiera compartir un proyecto que espero sea de tu interés . La Asociación VIA VICENTIUS VALENTIAE , que presido , está recuperando un camino histórico de Roda de Isábena a Valencia que rememora los pasos de San Vicente Mártir , patrón de Valencia, cuando en el siglo IV fue apresado en Zaragoza junto al Obispo Valero por los soldados romanos enviados por el Cónsul Daciano y trasladado a Valencia para sufrir martirio ante la negativa a renunciar a su fe. Así la difusión del conocimiento de este hecho provocó en los siglos siguientes una corriente de peregrinaciones desde toda Europa hasta Valencia para visitar los restos del mártir en San Vicente de la Roqueta , convirtiéndose este fenómeno en algo muy anterior a las peregrinaciones medievales a Santiago de Compostela.

    Todos los detalles del Camino de San Vicente Mártir, que discurre desde Roda de Isábena, hasta Traiguera, donde enlaza con la antigua Via Augusta hasta llegar a Valencia en un camino de unos 750 km , y multitud de aspectos históricos y leyendas del santo pueden consultarse en las webs que la asociación ha creado en Internet: http://www.caminodesanvicentemartir.es y http://viavicentius.blogspot.com. En ellas, junto a la información práctica como mapas y perfiles de la ruta, el peregrino puede acceder a consejos para caminantes, un foro especializado y abundantes datos sobre la biografía de San Vicente Mártir y el arte o la arquitectura dedicados al Santo, además de consultar la Carta Vicentina y el Libro de Peregrinos, e incluso obtener la Credencial Vicentina. Asimismo realizamos reportajes , videos y artículos que pretenden difundir la historia del santo. Se insiste particularmente en la idea de que este es un gran proyecto de recuperación histórica que queda al servicio de la sociedad con aspectos tan maravillosos como son el senderismo , el cicloturismo y la recuperación del tránsito por pueblos olvidados y de la misma Via Augusta como parte de su trayecto. Quedo a vuestra más absoluta disposición para aportar nuestro granito de arena en el conocimiento de nuestra historia . Un saludo afectuoso.

    Salvador Raga Navarro
    PRESIDENTE
    Asociación VIA VICENTIUS VALENTIAE – VIA ROMANA

    http://www.caminodesanvicentemartir.es
    http://viavicentius.blogspot.com/

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