Nov 122009
 

El domingo 27 de septiembre de 2009 se abrió un gran año jubilar: el aniversario de los 350 años de la muerte, a pocos meses de intervalo, de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac. La ocasión de ahondar en el lazo entre evangelización y servicio de los más que más sufren.

El padre Jean-Ives Ducourneau, autor de varias obras sobre S. Vicente de Paúl, tiene esta hermosa expresión: «Un hombre que sigue dejando sus huellas de zuecos de las landas por el camino de la Iglesia». Esta huella no se limita ni a un país ni a un continente, ni a una forma de presencia o de acción. Internacional, a familia vicenciana reagrupa a un conjunto de personas y de instituciones unidas por una exigencia interior: «Seguir a Jesucristo servidor y evangelizador de los pobres», al estilo de san Vicente de Paúl (1581-1660).

Destacan actualmente de esta espiritualidad la Congregación de la Misión, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, la asociación internacional de la caridad (AIC), la Sociedad de San Vicente de Paúl (SSVP), las juventudes marianas, los misioneros laicos vicencianos (MISEVI), la asociación de la medalla milagrosa, las Misiones Populares, los Religiosos de San Vicente de Paúl, las Hermanas de la Caridad de Estrasburgo, las Hermanas de Santa Juana Antide Touret, las Hermanas de la Caridad de la Federación Seton… «Una familia de profetas».

En una carta dirigida el 13 de mayo de 2099 « A la familia  Vicenciana» el superior general de la Congregación de la Misión, G. Gregory Gay, escribe:  «Queremos que nuestra misión de hoy sea siempre nueva y siempre creadora para responder a las carencias de los pobres en todas partes donde los podamos encontrar; y queremos hacerlo en este sentido de compañerismo, unos con otros». Mientras que, por su parte, la Hermana Julma, de la provincia de Filipinas, declara sobre el lote de las Hermanas de la Caridad: «La realidad global de hoy con, por ejemplo, el poder de las gigantes corporaciones transnacionales, de las fusiones y de los conglomerados exige declaraciones colectivas. Nos provocan a ser no sólo profetas en tanto que individuos, sino una «familia de profetas».

Un año de eventos abierto el día de S. Vicente de Paúl con una celebración eucarística el domingo 27 de septiembre de 2009, en la casa-madre de la Congregación de la Misión, en París, el año jubilar se cerrará el 27 de septiembre de 2010.

En el transcurso del año, se organizan varias reuniones de puertas adentro (reunión nacional de la juventud mariana vicenciana, retiros…) y demás propuestas a un público más dilatado. Asimismo tendrán lugar sesiones de lectura sobre «Los sin-derechos» en París, Lyon y la cuna de San Vicente de Paúl, en Las Landas. Un espectáculo «Los caprichos de la Fronda» se ejecutará en junio de 2010, en Châtillon-sur-Chalaronne, en la diócesis de Belley-Ars donde él fue párroco durante algunos meses. Un coloquio sobre «Vicente de Paúl y Luisa de Marillac. Testigos hoy» se proyecta para los 14-15 de mayo. Todo el año 2010, el segundo domingo del mes, se tendrá igualmente una conferencia sobre «Los santos y las santas de la familia vicenciana» en la capilla de la medalla milagrosa, en París. (Tomado de CMGLOBAL)

 Leave a Reply

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

(requerido)

(requerido)