El obispo de Castellón advierte del «retorno del paganismo» en Halloween
El obispo de la diócesis de Segorbe Castellón, Casimiro López Llorente, muestra su preocupación por el auge que está cobrando Halloween, «una celebración anglosajona de origen pagano que en los últimos años se está introduciendo y, cada vez con más fuerza va desplazando, al menos en el ánimo de muchos niños y jóvenes, a la fiesta de Todos los Santos».
López Llorente asegura que «este fenómeno es parte de un retorno al paganismo que va ocurriendo gradualmente».
Según Casimiro López, «parece una diversión inofensiva de la que se intentan lucrar otros» que se hace «por llenar un vacío, porque los santos ya no interesan y las prácticas paganas y ocultistas ejercen una extraña fascinación».
Por el contrario, López Llorente apela a que «debemos estar alerta ante este fenómeno y no perder el sentido de la fiesta de Todos los Santos».
En este sentido, apela a seguir el ejemplo de los santos, no solo de los reconocidos oficialmente en el santoral, sino de la muchedumbre innumerable que se ha esforzado por cumplir con amor y fidelidad la voluntad de Dios.
López asegura que debemos estar «alerta» ante este fenómeno y no perder el «sentido de la fiesta» de difuntos. «Esta fiesta nos invita a compartir el gozo celestial de los santos. No necesitamos ponernos máscaras para la celebrar nuestra alegría; en todo caso, mejor sería vestir a nuestros niños o vestirnos de santos».
«Los santos no son un pequeño número de elegidos, sino una muchedumbre innumerable. En esa muchedumbre no sólo están los santos reconocidos de forma oficial, sino también los bautizados de todas las épocas», dijo.
LIBERTAD DIGITAL
Halloween tiene su origen en una festividad céltica conocida como Samhain, nombre que deriva del irlandés antiguo y significa fin del verano. Esta celebración proviene, pues, de la época comprendida entre 1200 – 400 a. C. A lo largo de los primeros mil años del cristianismo, en una época en la que predominaban las festividades paganas, los Papas Gregorio III (731–741) y Gregorio IV (827–844) intentaron suplantarla por una festividad cristiana (DÃa de Todos los Santos), que fue trasladada del 13 de mayo original al 1 de noviembre.
En 1840 esta festividad llega a Estados Unidos, donde queda fuertemente arraigada. Los inmigrantes irlandeses transmitieron versiones de la tradición durante la Gran Hambruna irlandesa. Fueron ellos quienes difundieron la costumbre de tallar los «Jack-o’-lantern» (calabaza hueca con una vela dentro), inspirada en la leyenda de Jack el Tacaño.
Sin embargo, la fiesta no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921. Ese año se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota, y luego le siguieron otros estados. La fiesta adquirió una progresiva popularidad en las siguientes décadas.
La internacionalización del Halloween se produjo a finales de los años setenta y principios de los ochenta, gracias al cine y a las series de televisión.
Por lo tanto, Halloween es muchÃsimo más antiguo que el DÃa de Todos Los Santos, que fue creado a fin de cristianizar una fiesta popular. Y no veo por qué no pueden convivir ambas celebraciones en armonÃa, sin intentar hacer menoscabo la una de la otra.