Mañana se celebra el Día europeo de Internet, ocasión por la que las Fuerzas de Seguridad alertan de que desde noviembre el 80% de las 1.500 consultas recibidas de niños están relacionadas con este delito y con las usurpaciones de identidad
El infierno está en la pantalla de un ordenador para muchos menores, que se ven acorralados, insultados o extorsionados hasta el punto de tener que seguir una terapia psicológica. Este es el mensaje que reciben Policía y Guardia Civil de muchos padres angustiados por lo que están viviendo sus hijos menores y la situación se ha agravado en el último año. Los datos, aunque parciales, son elocuentes. Ambos Cuerpos han recibido desde noviembre, cuando se puso en marcha el «Plan Contigo» 1.500 consultas de niños de las que un 80 por ciento están relacionadas con el ciberacoso y las usurpaciones de identidad. Mañana se celebra el día europeo de Internet seguro, un buen momento para reflexionar sobre las nuevas formas de criminalidad y sus crecientes víctimas.
«Los menores nos envían mensajes de auxilio porque no quieren que sus padres se enteren de que sufren acoso sexual ya que pueden quitarles Internet», explica Eduardo, policía miembro de la Brigada de Investigación Tecnológica. El ciberacoso sexual se ha disparado, dado que el acceso a la red cuenta con dispositivos cada vez más extendidos. Las actividades delictivas de las que son víctimas los niños en la red más habituales son el «sexting», el «grooming» y el «ciberbullying».
El «sexting» —realizar y enviar fotografías por voluntad propia de contenido sexual a un novio, amigo especial o similar por parte de un menor— puede volverse en contra y abundan los casos en los que la susodicha pareja cabreada acaba publicándolas en Internet para escarnio general. El agente recordó ayer que en la Operación «Camaleón» se detuvo a un criminal «muy cruel» que acosaba a 250 víctimas menores en España (y solo denunciaron tres de ellas). El arrestado en la «Critiri», también español, cercó a sus presas de tal modo en Estonia y Suecia que un chico estonio acabó suicidándose.
Quienes sufren «grooming» se enfrentan a una encrucijada aún más dramática. Día y noche son víctimas sistemáticas de pervertidos sexuales cuyo único objetivo es conseguir fotografías de contenido pornográfico. No es la primera vez que el menor acaba quedando con su perseguidor y sufriendo abusos sexuales. Dicen los expertos que afecta a ambos sexos por igual, aunque los agresores son casi siempre varones y mayores de edad, que se valen de tácticas sofisticadas para ganarse la confianza de su víctima. Antonio, miembro del Grupo de Protección del Menor de la Unidad Técnica de la Guardia Civil, precisa que no pocas veces estos «depredadores» consiguen robar las contraseñas del Messenger o del Tuenti a los menores y diferencia entre quienes obtienen las imágenes sexuales para su uso personal y quienes las comparten con otros pederastas y se jactan de ello, llegando a competir para ver quién consigue la «mejor» imagen, es decir, las más aberrante. El año pasado solo su Brigada investigó más de 40 casos de «grooming».
Los responsables policiales inciden en que las víctimas van de los nueve a los 17 años, aunque se ven especialmente afectadas aquellas que tienen entre 13 y 16, en que hay una gran cifra de criminalidad oculta que aumenta de forma imparable y en que el «ciberbullying» es una prolongación del acoso en las aulas. Recomiendan a los niños que guarden los mensajes porque son una prueba e insisten en que es un delito o una falta exactamente como si se diera fuera de la red. El consejo de ambos especialistas a los niños: «Comportaos en Internet exactamente igual que lo hacéis en el resto de vuestra vida».